Llegaste hasta mi
como una bendición inesperada
como llega la tarde
en primavera
como algo indispensable
a los cerrojos
tenaz
yo te buscaba
después de mi diluvio
después de mi naufragio te buscaba
sin saber que existías te buscaba
como un ciego que busca al horizonte
como un pájaro herido a su bandada
en medio de fracasos y de ausencias
te buscaba como una nueva lámpara
como un nuevo porqué yo te buscaba
tenaz empedernido casi loco
yo te buscaba
en esta ciudad donde
aquella tarde
cruzamos la mirada
sin presentir entonces
que treinta años después
los dos caminos
decidían juntarse una mañana.